Transportar plantas en una mudanza es una tarea que tiene su dificultad, porque es posible que no soporte el cambio de ambiente y no esté preparada para sobrevivir. En cualquier caso, si el desplazamiento está bien diseñado y la reubicación es adecuada, no deberá haber problemas con ello. Os mostramos con detalle una pequeña guía práctica para transportar plantas en una mudanza.
Adecuar las plantas para el traslado
Unas semanas antes de la mudanza es aconsejable retirar las hojas muertas y podar las plantas, así como quitar el polvo y las lamas hierbas unos días antes del trayecto. Si están en macetas de cerámica o de algún otro material pesado, habrá que transplantarlas a una maceta de plástico unos días antes del traslado.
El traslado
Las plantas son lo último que introducimos en el camión de mudanza, y siempre que sea posible habrá que introducirlas en un vehículo climatizado, adaptado para este tipo de usos. Además, es aconsejable embalar las plantas en cinta adhesiva pero que sea fácilmente retirable, por si caen durante el traslado. En el trayecto deben estar hidratadas, para que no sufran estrés.
Las plantas en el nuevo domicilio
Una vez hemos llegado al nuevo domicilio, lo primero que hay que hacer es colocar las plantas en un lugar provisional, sin corrientes de aire ni incidencia directa del sol, y con suficiente agua. Allí permanecerán unos días hasta que se hayan recuperado del impacto del viaje.
El lugar definitivo donde instalarlas será un espacio con unas características de luz, orientación y temperatura similares al del lugar de origen. Los esquejes que hayamos podido transportar han de ser plantados de inmediato.
Por último, en caso de duda cuando debemos transportar plantas en una mudanza es recomendable pedir asesoría a especialistas, tanto a jardineros como a profesionales del mundo de las mudanzas.